La clasificación de datos constituye el cimiento operativo de la gobernanza y la seguridad. Es imperativo establecer una visibilidad precisa sobre el valor y el riesgo inherente a los activos de información para una gestión adecuada. Sin esta práctica esencial, la capacidad de la organización para mitigar el riesgo de incumplimiento normativo y garantizar la protección proporcional queda debilitada.
¿Qué es la clasificación de datos?
La clasificación de datos consiste en asignar etiquetas de sensibilidad (p. ej., Pública, Interna, Confidencial, Restringida) en función del impacto para el negocio y la exposición regulatoria, para que los controles se apliquen de forma coherente en sistemas y entornos. Al convertir la política en etiquetas, se habilitan decisiones consistentes sobre acceso, protección (cifrado, enmascaramiento/tokenización), ciclo de vida (retención/eliminación) y evidencias auditables en producción, staging, desarrollo, analítica y copias de seguridad.
Clasificación de Datos: Niveles de Sensibilidad y Taxonomía Estándar
Nivel de Sensibilidad (Clasificación por Impacto)
La mayoría de las políticas empresariales adoptan un modelo de tres niveles de sensibilidad para categorizar el impacto si la información se ve comprometida y una taxonomía de tipos para su aplicación: